Caídas y caminos

Caídas y caminos

Ben Nadag Arc.

 Hundido en un mar más oscuro que la noche,
perdido entre las mareas encontradas de dos tormentas…
Ahí, donde el sol no sale porque está extinto,
deambulo por el camino hacia el abismo que hice,
y siento pena por los derrumbes,
por las caídas que provoca cada uno de mis pasos

 ¿Será que no hay más que tinieblas en mi destino?

 Quién dirá si este moribundo dejo huella
¿Habrá acaso algo que recordar, después de la muerte?
Los caminos llevan a las flamas de mi extinción,
dónde andará el vejo abedul y sus flores
cómo estará la casa olvidada y sus pasteles…

 Pasaran las golondrinas, y habrán de ser solo gallinazos.

 Camina, hacia el inframundo, cada paso, cada tonada
se acerca más la muerte, y no le temes, porque la esperas,
te preguntas si será a ti a quien busca con su otoñal manto
o está confundida y teme caer contigo al ostracismo

 Juventud, te has marchado con tu agilidad, me has dejado tus resacas
y ando con ellas a cuestas pidiendo que se acabe,
que caiga el sol negro sobre la blanca neblina
y que callen las estrellas su tonada fúnebre

 Esta escrito, está hecho, alguien clama, nadie, nadie escucha tu voz
has decidido con cada paso la muerte
el destierro, el olvido, la soledad.
Levantas la mirada y vez a tu verdugo…
La cara es familiar, se te hace borrosa pero sabes quién es,
después de todo, la máscara del verdugo es un espejo
y reconoces tu mano sobre la guadaña

 Has caminado lejos, de la luz y el cielo,
has entrado hasta el borde del abismo,
y sin pensarlo dos veces, decidiste correr y saltar a sus llamas…
No hay más nada que decir
cae la guadaña esperada
has muerto por tu propia mano, y no ha sido un suicidio.